Según alumnos del último curso del colegio San Patricio, desde hace algunos años la política se fue colando entre los temas sobre los que hablan los adolescentes cuando se reúnen a distenderse. A raíz de ello, entienden como una consecuencia natural la implementación -en forma optativa- del voto a los 16 años. Esto no implica, sin embargo, que no cuestionen la manera en que se lo puso en práctica. A su criterio, en lugar de hacerlo en forma súbita podrían haberlo anunciado este año, pero para que se ponga en práctica en 2015.
Las opiniones surgieron durante el debate impulsado por LA GACETA, sobre la reforma del Código Electoral Nacional, aprobada el 31 de octubre pasado, que permite que jóvenes de 16 y de 17 años puedan votar, si así lo desean, en los comicios que se darán este año: las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, del 11 de agosto, y las generales, del 27 de octubre.
Para poder votar, los adolescentes debían actualizar el Documento Nacional de Identidad hasta el pasado 30 de abril. Según los padrones definitivos, en el país realizaron este trámite unos 592.324 chicos de estas edades. Ellos podrán votar el 11 de agosto. Para el 27 de octubre se sumarán otros 23.000 chicos, que cumplirán 16 años hasta ese día. El secretario electoral nacional en Tucumán, Rogelio Rodríguez del Busto, estimó que en nuestra provincia podrán votar unos 24.000 chicos de 16 y de 17 años: poco más del 2% del padrón total de Tucumán, que incluye 1.079.57 ciudadanos.
Del debate participaron Ana María, Candela, Diego, Luciana, Margarita, Matías, Milagros, Nicolás y Victoria. Por pedido de la rectora y de la vicerrectora del San Patricio, Diana Parrau de Pindar y Filomena María Fortino de Aráoz, respectivamente, no se consignan en esta producción ni los apellidos de los jóvenes ni sus fotos individuales.
La política y la "Coca"
"El tema de la política se popularizó muchísimo entre los adolescentes; es algo de lo que sí hablás entre compañeros o entre amigos, cuando salís a tomar una 'Coca'. Y si es un tema del que vos te sentás a hablar, sí lo considerás como uno del que podés formar parte. Por ahí no se conoce demasiado, pero algo se conoce; y está bueno que demos nuestra opinión y también que se nos escuche", lanzó Candela. Pero Matías no opina del mismo modo. "Es algo apresurado por parte del Gobierno utilizar esta ley para esta votación. Si el objetivo es interesar a los jóvenes hubieran dejado pasar estas elecciones y hubieran empezado por dar una formación adecuada. Nunca vi un pedido de los jóvenes por incorporarse activamente como ciudadanos", retrucó. Diego sugirió que los pedidos pueden darse de distintas formas: "no hubo una manifestación, con banderas; pero en una charla entre amigos se habla de política, se critica; es como un pedido de poder participar".
A su criterio, la reforma del Código Electoral Nacional que permite el voto a esta franja etaria resulta un paso importante, pero consideró que debería haberse instruido, previamente. "La ley incluye a un gran porcentaje de la sociedad, que es pensante y crítico; pero haría falta un proceso de capacitación, y no ponerse en marcha ahora sin mostrarle a los jóvenes a qué se van a enfrentar. Creo que deliberadamente se sancionó muy rápido esta norma", afirmó Diego.
Según Nicolás, el hecho de que la política como tema de conversación haya crecido entre los adolescentes no necesariamente implica que estos ya deban sufragar. "Estoy de acuerdo con que hoy sí se habla más de política; pero el tema elecciones y la responsabilidad de cada uno es lo que importa, y es a lo que no se le está dando importancia", puntualizó. Y si bien no está en contra del "voto a los 16 años", pidió capacitación. "Lo bueno de esto, que a mí me gusta, es que se le da cabida a una nueva generación; y es importante. Todos queremos participar de alguna forma, pero no todos están instruidos; falta formación", pidió.
Ana María mesuró la cuestión de la formación de los adolescentes de 16 y de 17 años. "Está bueno que no sea obligatorio. Tal vez nosotros no estamos listos para votar, pero otro chico sí. Se nos da una libertad, pero toda libertad viene con una responsabilidad. Uno debe votar si sabe lo que está haciendo; si no, creo que no deberíamos hacer uso de esta libertad", indicó.
Algo nuevo que empieza
El reclamo de mayor capacitación fue una constante durante el debate. No obstante, un par de alumnas le dieron una vuelta de tuerca a esa cuestión. "Cuando se da un cambio o se empieza algo nuevo, no siempre las primeras personas que lo hacen están 100% seguras de lo que están haciendo. Quizá nosotros vayamos a sufrir las consecuencias de este cambio rotundo y muy rápido, pero tal vez en el futuro, los que estén en nuestro lugar reciban la información necesaria para hacerlo mejor", indicó Margarita. Victoria, por su parte, recordó que el "voto a los 16 años" ya es un hecho. "No es que nos falte maduración o edad, sino información. Si hubiéramos tenido esta información a los 14 años, habríamos sabido cómo manejarlo. Pero la ley ya está sancionada; ya no depende de lo que se nos pueda haber informado antes y no se hizo. Ahora queda en nosotros; si nos interesamos podemos informarnos. Se nos está dando la oportunidad; si no tomamos la responsabilidad, si no buscamos ser parte, ya queda en nosotros", dijo.
"Aprovecharé este derecho que me da el Gobierno para expresarme"
El "voto a los 16 años" ya constituye un tema de conversación durante los almuerzos o cenas familiares de algunos alumnos del colegio San Patricio (Yerba Buena). El interés por la posibilidad que tienen los chicos de 16 y de 17 años de sufragar en los comicios nacionales del 11 de agosto (Primarias) y del 27 de octubre (Generales) se manifiesta, incentivado por los padres o por los propios adolescentes. Candela (17 años) -se preservan los apellidos por pedido de la rectora y de la vicerrectora del nivel secundario del colegio, Diana Parrau de Pindar y Filomena María Fortino de Aráoz, respectivamente- se mostró a favor de la iniciativa, impulsada por el oficialismo nacional. "Es un tema del que particularmente en mi casa sí se habló, porque consideran que tengo que saber lo que estoy por votar o no. Sí votaré, aprovecharé este derecho que me da el Gobierno para expresarme. Es inclusivo, está bueno. Siempre y cuando sepan lo que están por hacer, aprovechen y voten, den su opinión", arengó.
En casa de Luciana (16) también se habló sobre este tema; pero ella no piensa igual que Candela. "La iniciativa de planteárselo a mis papás surgió de mí. No me siento capaz para elegir mis representantes. Uno está asistiendo al secundario, está en formación; no tuvimos la información necesaria para formar nuestra propia opinión. Estamos muy influenciados; por nuestros padres e, incluso, por el canal de noticias que uno ve", argumentó.
Aunque admitió que la opinión paterna podría verse reflejada en el voto, Candela mesuró los dichos de su compañera. "Está en cada uno sentirse preparado o no para votar; a los 17 años ya sabemos lo que queremos, y podemos dar nuestra opinión. Sí puede llegar a existir una influencia por parte de los más grandes, pero está pura y exclusivamente en nosotros si queremos votar o no, cómo y por qué", dijo. Diego sabe que las acciones de los diputados pueden afectarlo directamente; pero tampoco se siente preparado para votarlos, porque casi no conoce quiénes se postulan ni sus propuestas. "No me siento capaz de votar, porque el conocimiento político de los precandidatos es nulo, prácticamente. Salvo charlas mínimas que tuve con profesores o compañeros", reconoció.
Algunos relacionaron el voto con un mundo ajeno al suyo. Es el caso de Milagros y de Nicolás. "Nosotros no estamos en un ambiente en el que trabajamos o en el que nos vinculamos con lo público. No es para nosotros; como que todavía no estamos listos totalmente. Esto forma parte de la parte adulta", dijo ella. "Nosotros no estamos muy introducidos en la vida adulta; y no tenemos los conocimientos y las responsabilidades que tienen ellos", agregó Nicolás. Y aunque consideró que al adolescente le falta capacitación, no cuestionó del todo el proyecto: "lo bueno de esto, que a mí me gusta, es que se le da cabida a una nueva generación; y es importante. Todos queremos participar de alguna forma, pero no todos están instruidos; falta formación".
Acaso Matías sintetizó la postura de varios, que no se sienten 100% seguros, pero igualmente asumirán el desafío de votar: "paso a ser ciudadano activo y votaré en las elecciones, pero no tengo en claro cuáles son mis necesidades como argentino, en el ámbito político".
La rectora y la vicerrectora del nivel secundario del Colegio San Patricio, Diana Parrau de Pindar y Filomena María Fortino de Aráoz, respectivamente, solicitaron a LA GACETA que no se publiquen ni los apellidos ni las fotos individualizadas de los alumnos. A ello se debe que en esta sección sólo figuren los nombres de pila de los estudiantes junto a una frase de estos. El debate se desarrolló en la rectoría del establecimiento, ubicado en Yerba Buena.
Sin imágenes individuales, por pedido de las autoridades
Durante el debate, los alumnos reivindicaron que se dé la posibilidad a los adolescentes de votar, aunque en general señalaron que ellos no se sienten preparados para hacerlo. No obstante, en diversos momentos de la reunión dejaron ver conocimientos de la historia política de la Argentina. No se mostraron ni oficialistas ni opositores. Y básicamente discutieron sobre política, sin hacer referencia a cuestiones de los distintos partidos.